sábado, 28 de junio de 2008

"Hay energía solar en la paja. Es hora de ponerla en tu tanque"
Editorial
PRODUCIR BIOCOMBUSTIBLES SIN USAR ALIMENTOS
El debate sobre el uso de alimentos para la elaboración de biocombustibles debe entrar a un nuevo nivel que deje de lado todo radicalismo. Los biocombustibles no pueden ser descartados como una de las opciones de transición de la era del petróleo a nuevas formas de energía limpia. Lo cierto, como hace años lo dijo Peter Rifkin, en su libro "El fin del Petroleo"es que la era de los ocmbustibles fósiles, se acerca a su fin. Afirmaba visionariamente que el hidrógeno, el aire, el agua y otras fuentes naturales podrían ser la respuesta a la demanda de nuevas energías.
Es tambien cierto, como lo han denunciado la Al Gore, Mandela, Bono, la FAO, OXFAM, la OEA, Greenpeace y muchos otras organizaciones y líderes mundiales, que el ciclo perverso de usar alimentos provenientes de tierras agrícolas y usando subsidios en los países desarrollados es política, moral y económicamente inaceptable. Los países en desarrollo tampoco pueden parar su desarrollo para eliminar la pobreza, como ahora piden algunos activistas ambientales europeos.
En el blog que usted lee, "Patria Verde," pensamos que una alternativa es dedicar recursos a la investigación para encontrar soluciones científicas y técnicas que permitan seguir un nuevo rumbo. Al igual que en el caso del calentamiento global no basta decir cuán malo es el proceso sin decir cómo bajamos emisiones y adaptamos a la gente al inevitable proceso del cambio.
El nihilismo, proponer la protesta sin programa de soluciones, no sirve para gobernar o dirigir el mundo. Aún cuando éste tenga color verde. Tampoco la improvisación criolla, de hacerle caso en todo a las empresas inversionistas o cultivar el pensamiento satélite de los grandes centros de poder del mundo, sirve de mucho.
Hay que apropiarnos de soluciones locales para los problemas globales, como señaló hace tiempo el PNUMA-Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Y las soluciones científicas, como en los triunfos deportivos, son posibles también desde las naciones pequeñas del planeta. El mundo en red nos ha igualado a todos para generar conocimiento.
No olvidemos que hace años todos aplaudíamos a los biocombustibles como la solución limpia al problema del cambio de la matriz energética. La realidad ha demostrado el tamaño de nuestra ignorancia y ha generado un problema de gobernabilidad global, que amenaza la estabilidad social y ambiental de la tierra.
Una muestra concreta de cómo enfrentar el cambio de era-con investigación y desarrollo- es la iniciativa que publicamos, para buscar alternativas no alimentarias a la producción de biocombustibles. La Universidad de Sonora,en México, señala una ruta que las adormiladas casas de estudio nacionales deben imitar: experimentar y experimentar hasta encontrar por la vía del conocimiento soluciones ambientales sostenibles para los problemas del gran cambio que vive el mundo.
EL EDITOR
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ALTERNATIVAS PARA ELABORAR BIOCOMBUSTIBLES
(Articulo de la Web "Dossier"-Periodismo Inteligente)
Investigadores de la Universidad de Sonora (Unison) trabajan en un proyecto multidisciplinario para buscar fuentes alternativas para la producción de biocombustibles, particularmente biodisel, en las que no se utilicen productos para la elaboración de alimentos.
Luis Ángel Medina Juárez, coordinador del programa en Biociencias del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus), informó que ya se iniciaron las primeras pruebas experimentales en los campos del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Unison para ver qué plantas se adaptan mejor a las condiciones de campos en zonas áridas.
Las plantas que se analizan son la Jojoba, Jiatropha y algunas cucurbitáceas como la calabaza del desierto, que no se utilizan para la elaboración de aceite comestible, que es uno de los propósitos de este proyecto de investigación, mismo que se espera esté concluido en su totalidad en un periodo de tres años.
Dijo que ante el alza del precio del aceite, y justo porque productos como la soya se están desviando hacia la producción de biocombustibles, resulta muy importante buscar fuentes para su elaboración, sin sacrificar la producción que tradicionalmente se destina para los alimentos.
El investigador explicó que en un contexto en el que los países industrializados están promoviendo proyectos de investigación en busca de alternativas a las existentes para la producción de biocombustibles, el Departamento del Medio Ambiente y Alimentos de la Gran Bretaña en coordinación con el Instituto Nacional de Ecología de México, recientemente aprobaron el proyecto titulado: Estudios de la biodiversidad en zonas áridas para la producción de biocombustibles.
Indicó que en este proyecto, encabezado por Alejandro Castellanos, del Dictus, participan también investigadores del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, así como del Centro de Investigación en Alimentación de Desarrollo (CIAD).
El proyecto busca que los recursos naturales de las zonas marginales en donde ya no hay posibilidades de que se utilicen para cultivos tradicionales, se puedan desarrollar plantas nativas que estén adaptadas a las condiciones áridas y que son fuente importante de aceites.
“Si estas especies no tienen un interés como alimento, estamos tratando de darle un interés industrial”, agregó.
Actualmente, hay gran auge por los bioenergéticos porque existe una situación de restricción en la producción del petróleo fósil y han bajado las fuentes naturales, así como los yacimientos, por lo cual se ha encarecido la fuente de los bioenergéticos.
Por ello, con la utilización de los granos del maíz para la obtención de biocombustibles así como de la soya para la elaboración de biodisel, encarecen los alimentos, tal es el caso por ejemplo, del aceite comestible en los últimos meses.
Explicó que países como Estados Unidos y Brasil se están abocando a la producción de biodisel a partir de aceite de soya, pero en el caso de México no se cuenta con esa oferta de oleaginosas y resulta muy difícil desarrollar biocombustibles o biodisel a partir de esas fuentes tradicionales.
Pero además, estableció, existe el interés de que se obtengan los aceites en las áreas de esta región que son zonas áridas con muy bajo contenido de humedad y con altas temperaturas, con la oportunidad de utilizar campos como los de la Costa de Hermosillo, que ya están sobreexplotados y en los que ya no se pueden sembrar cultivos tradicionales.
Por ello, se trabaja en especies que sean capaces de resistir dichas condiciones y que al mismo tiempo no compitan con los alimentos sino que sean de uso exclusivo para producir biocombustibles o biodisel.
Como etapas posteriores de este proyecto de investigación, indicó, se analizará qué especies son las que mejor se adaptan a las condiciones, se procederá a su caracterización y se realizarán estudios de factibilidad económica.