sábado, 20 de septiembre de 2008

DESARROLLO CHICHA O DESARROLLO SOSTENIBLE EN LA AMAZONIA


Foto: ¿LA OROYA? NO...HUETEPEHUE, MADRE DIOS, PERU 2008

Los agro negocios y la explotaciòn de madera son actividades totalmente válidas y respetables. Sin ellos la la alimentación y el progreso serìan impensables. Tanto que los socialistas chinos han iniciado una radical reforma de sus empresas rurales para convertirlas en agronegocios ultramodernos para alimentar a todos los seres que pueblan su patria. Además, ellos y los Hindùes buscan nuevas tierras para sembrar.
Pero asi como hay muchos buenos inversionistas, algunos de los malos quieren repartirse las tierras fértiles del mundo para sembrar cultivos industriales sin tomar en cuenta el costo ambiental y el destino futuro de la humanidad. Los buenos inversionistas creen en el desarrollo sostenible, los malos en hacer de los últimos bosques del mundo monocultivos industriales. Los buenos inversionistas creen que la licencia social es necesaria para desarrollar sus proyectos en armonìa comunitaria y ambiental.
Los bosques amazònicos estàn en peligro porque un tipo de desarrollo los amenaza, peor aún cuando es chicha o informal. Un estudio reciente de la Universidad de Duke-EEUU, alerta sobre el peligro que se cierne sobre los bosques. Por una lado la tierra fértil es hoy ambicionada como el oro ante el alza del precio mundial de los alimentos y la urgencia de bioicombustibles. Por otro los bosques son blanco de ganaderos, mineros y petroleros, que todos a una son los leñadores del Amazonas.
68 lotes petroleros en exploraciòn en casi la totalidad del inmenso territorio amazónico peruano con decenas de campamentos y equipos recorriendo la Selva, alteran los nervios y la vida de los nativos. El estudio de la U de Duke alerta sobre la zona del MAP (Madre de Dios, Acre, Pando), la ultima reserva de selvas vírgenes del planeta, ubicada en la regiòn Oeste de la Amazonìa. Allì la devastaciòn ya ha talado 12.8% de bosques de Brasil, 4,5% de los del Perù y un escaso 1.8% del lado de Bolivia. Proceso que además ha recibido un drástico impulso ocn la carretera Interocèanica. Mirar desde el satèlite permite observar la destrucciòn del bosque.
Pero ademàs èl intento de flexibilizar la venta de las tierras ha encontrado enorme resistencia indìgena y urbana en la regiòn. la gente siente que se le viene una nueva era del caucho y para muestra de esa historia basta la que ya vivieron. Es un estado de ánimo de toda la sociedad amazònica, porque en principio para cualquiera, fuera del mundo indìgena, la libre transacciòn de tierras es la base para impulsar el desarrollo en todos los paìses. Los indìgenas no, se consideran ciudadanos territoriales de los sitios adonde viven y quieren ejercer sus derechos para decidir còmo se usa lo que consideran suyo.
Ese es un punto de partida dificil de conciliar para quienes buscan aprovechar las excepcionales condiciones que hay para el desarrollo agrario con la globalizaciòn, condiciones que se repiten en el caso de la explotaciòn de madera cuando la demanda mundial es enorme.
Esa es la base del conflicto que se vive en el Perù. Y si quiere prevenir futuros boches en nuestra sela hay que convencer a los indìgenas de algo mas que la flexibilizaciòn de la propiedad de sus tierras. Un verdadero Programa de Desarrollo de la Amazonìa como palanca de todos los futuros acuerdos con los habitantes de las regiones de la Selva se impone como necesario puente con una parte del Perù que no quiere ser perro del hotelano, sino audaz gato montès de su desarrollo.
Observar el mapa de Madre de Dios con su superficie talada, como lo señala la Universidad de Duke, es para horrorizar al mas pintado de los inversionistas y al mas moderado de los ecologistas. Ni hablar si uno va a Huetepehue en Madre de Dios(Ver Foto), adonde el paisaje lunar de un desierto nos demuestra que en la selva si hay milagros...pero del demonio del progreso chicha y sin control.
Se anuncian dos Ferrocarriles, uno desde Iquitos a Yurimaguas y otro desde Santos (Brasil) hasta Paita ¿Por què no se pensò en ferrovìas a gas hace años para evitar el daño que las carreteras ya están haciendo al ecosistemaAmazònico? Es la ausencia de la planificaciòn y de la falta de poderes reales a los gobiernos regionales para que dirijan el desarrollo forestal y petroleo dentro de una estrategia nacional.
Un bosque tropical natural tiene la maravillosa capacidad de procesar 60% mas carbono que uno reforestado, ademàs de funcionar con una red sistèmica y biològica que es irremplazable. Eso tiene un valor estratègico que a veces no es compatible con la explotaciòn de minerales y petrolera.
No se puede parar el desarrollo, pero si hay que parar la locura de los leñadores, mineros informales y agromercaderes chicha.
Hay que tomar dràsticas decisiones de estado para delimitar una clara frontera entre el desarrollo sostenible y el capitalismo chicha. Si nó el desarrolo no será sostenible y el futuro será lleno de conflcitos y deacuerdos.
Julio Schiappa Pietra
Editor
http://paisverdeperu.blogspot.com/
INDIA Y CHINA QUIEREN TIERRAS DE AMERICA LATINA
Cambio climático dispara el mercado de la tierra fértil. Latinoamérica, la última gran reserva agrícola del planeta, es el objetivo del agronegocio mundial
El MERCOSUR y sus países adyacentes (Perù,Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia) representan la última gran reserva agrícola del planeta. Y este dato no escapa a la atención de las corporaciones del agronegocio a escala global. Pero tampoco a las dos principales economías en crecimiento: China e India.
Tras haber sufrido los embates del cambio climático en sus cosechas, India planea adquirir tierras en el Cono Sur
El MERCOSUR y sus países adyacentes (Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia) representan la última gran reserva agrícola del planeta. Y este dato no escapa a la atención de las corporaciones del agronegocio a escala global. Pero tampoco a las dos principales economías en crecimiento: China e India. La región es visualizada así como un espacio de expansión para la provisión de las materias primas estratégicas que requieren los gigantes asiáticos sea para alimentación humana o animal, o bien para sus demandas energéticas a través de los agrocombustibles.
Brasil, con una frontera agrícola móvil a impulsos del agronegocio y con una fortísima política de captación de Inversión Extranjera Directa; Argentina y Paraguay colmados de una agricultura en régimen de pooles de siembra y Uruguay, con 16 millones de hectáreas cultivables y bajo una dramática crisis demográfica que lo han convertido en un verdadero desierto verde; representan, en suma, un vasto espacio sin restricciones para la mercantilización de sus recursos naturales y humanos.
De lo cual han tomado debida nota los centros de inversionistas en Washington y Bruselas… pero también parecen haberlo percibido Pekín y Delhi, embarcados en un prima facie contra-hel hasta hace poco hegemónico proyecto de acercamiento Sur-Sur. El Cono Sur de América se ha convertido pues en un blanco para el agronegocio a escala planetaria, dado que, entre otros aspectos, los efectos del cambio climático hasta el momento no han modificado irreversiblemente sus condiciones de área cultivable y tampoco han generado políticas preventivas desde los respectivos gobiernos que salvaguarden sus recursos agroecológicos únicos.
Un despacho de la agencia Reuters del 2 de setiembre de 2008 da cuenta que algunas de las más importantes empresas indias de aceite vegetal han tomado recaudos estableciendo contactos con los gobiernos de Uruguay y Paraguay para el cultivo de oleaginosas e incluso trigo y lentejas, dada la escasez de tierra cultivable en el país surasiático.
A pesar de ser el segundo más importante productor de arroz y trigo y ubicarse justo detrás de China en la nómina de principales importadores de aceite vegetal en el mundo, India ha sufrido los efectos del aumento del precio global de los alimentos.
De hecho el gobierno indio cree que el cambio climático hará escasear la tierra disponible para los agricultores aún más de lo que resulta en la actualidad, informó el cable citando fuentes oficiales de Nueva Delhi. Ante ello, se conformó un consorcio de catorce compañías indias que se encuentran en el negocio del aceite vegetal el cual se encuentra en conversaciones con gobernantes de Uruguay y Paraguay con la intención de obtener campos en esos países con destino al cultivo de soja, girasol y colza, declaró el presidente de “Solvent Extractors Association of India”, Ashok Sethia.La industria aceitera y los agentes inmobiliarios indios han salido a ampliar los horizontes de tierras productivas, ante las señales de agotamiento agrícola y las dificultades de irrigación en el gigante país asiático.
Un clima extraordinariamente cálido en 2006 arrasó con la cosecha de trigo de ese año y obligó a India a importar más de 7 millones de toneladas del cereal los últimos dos años a precios elevados.
Voces de movimientos ambientalistas y de científicos se han escuchado con preocupación tanto por la posibilidad cierta de desabastecimiento alimentario en India, así como por el creciente volumen de grano que va dirigido a los agrocarburantes.
Asimismo, en un país en que por razones religiosas el consumo de proteína vegetal de origen vacuno no se encuentra generalizado, la lenteja es el principal sustituto. El país consume 18 millones de toneladas del grano, pero también en este rubro –que India importa de Myanmar, Tanzania, Australia, Canadá y Ucrania- el escenario es cambiante como resultado del cambio climático. Y la solución ideada por los empresarios indios es una carrera hacia delante: salir a comprar campos en el sur pauperizado, pero aún fértil. El proyecto inicial cuenta con un presupuesto de más de 40 millones de dólares.
(NR. Version editada de artìculo publicado en Ecoportal)